jueves, 16 de enero de 2014

El azul se extrae del índigo pero es más azul



El discípulo ya había llegado a completar su aprendizaje, su maestro a la vez orgulloso y también algo consternado pues sabía que ya había llegado la hora de su partida.
Miró al muchacho y ya no era aquel niño que había solicitado convertirse en su alumno primero y su discípulo después.
El muchacho cayó de rodillas al suelo y con un cierto sollozo le dijo a su maestro
- Maestro, no quiero partir, aquí puedo ayudarlo con los novicios… puedo hacer otras cosas…-
El anciano maestro dejó entrever una sonrisa y tocó la cabeza de aquel joven;
- Hijo mío, levántate, hay un proverbio que reza: “El azul se extrae del índigo pero es más azul” -
Los ojos del muchacho miraban al anciano sin comprender sus palabras.
El viejo maestro puso su mano sobre su hombro
- El discípulo aprende del maestro y lo supera al mismo tiempo-
Así fue que el joven comprendió las palabras y luego de hacer el saludo formal y una profunda reverencia, giró sobre sus pies y se marchó…
Mientras se alejaba escuchaba aquellas palabras
- Estirad la columna…, mantened la estructura…, equilibrad 
la energía…-
Palabras que él había escuchado durante tantos años y ya había llegado la hora en que él debería pronunciarlas a las nuevas generaciones…

(de: “La Enseñanza Tradicional de las Artes Marciales Chinas”)

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