jueves, 15 de septiembre de 2011

Entre discipulo y maestro

Un Maestro estaba viajando con uno de sus discípulos. El discípulo tenía a su cargo el cuidado del camello. Volvieron a la noche, cansados, a un caravanserai. Era responsabilidad del discípulo atar el camello, pero no se preocupó y lo dejó afuera. Simplemente le rezó a Dios: `Cuida el camello`, y se durmió.
A la mañana, el camello no estaba, lo robaron o se perdió, algo pasó. El Maestro preguntó: `¿Dónde está el camello?`.
Y el discípulo dijo: `No sé, pregúntale a Dios. Yo estaba demasiado cansado y le dije a Allah que cuidara el camello, así que no sé qué pasó. No soy responsable porque le dije a Allah, y se lo dije muy claramente. Eso es lo que tú enseñas: "Confía en Allah", y yo confié`.
El Maestro dijo: `Confía en Allah, pero ata tu camello primero, porque Allah no tiene otras manos que las tuyas`.
Si Dios desea atar el camello, tendrá que usar las manos de alguien, ya que no tiene manos para atar tu camello. El mejor camino, el más fácil y el más corto es usar tus manos. Ata el camello y luego confía en Allah. Haz todo lo que puedas. Eso no asegura el resultado, no es ninguna garantía. Entonces haz lo que puedas y luego cualquier cosa que suceda, acéptala. Este es el significado de atar el camello: hacer todo lo que te sea posible, no evadir tu responsabilidad; luego, si no pasa nada o algo sale mal, confía en Allah...
Es muy fácil confiar en Allah y ser haragán. Es muy fácil no confiar en Allah y ser una persona de acción. Ser el tercer tipo de hombre es más difícil: confiar en Allah y al mismo tiempo seguir siendo una persona de acción. Entonces tú eres sólo el instrumento. Dios es el que verdaderamente hace, tú sólo eres un instrumento en sus manos.
Una persona religiosa es la que continúa haciendo todo lo humanamente posible, pero no crea tensión por eso. Entonces hacer es una clase de oración, con ningún deseo para que el resultado sea de alguna manera determinada. Entonces no hay frustración. La fe te ayudará a permanecer sin frustración, y atar el camello te ayudará a permanecer vivo, intensamente vivo.
Osho

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